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Sistema Visual, Osteopatía y Postura. Enfoque viscero-posturológico integrado

“Con respecto al contacto ocular hay que observar al individuo en su naturaleza expresiva, y la manera en que lo miramos. Mostrar, no solo como le entendemos sino como el reacciona a nosotros. Los ojos podríamos decir que son ventanas del cuerpo ya que muestran sentimientos interiores. Cuando una persona mira, se expresa activamente a través de sus ojos” Lowen, 197

Introducción


La visión, como función destinada a la percepción de la imagen, y su estudio posturológico, va más allá de los déficits de refracción a través de las vías de la acomodación o de los déficits de convergencia, de la selección de qué y cómo queremos ver, etc. Así pues, los síntomas oftalmológicos son señales que nos informan de un sistema que manifiesta una gran complejidad funcional.

El sistema visual, está relacionado fisiológicamente con el sistema postural fino, es decir, con los receptores sensitivos que informan al sistema nervioso de cual es nuestra posición y también nuestro “posicionamiento” en relación al entorno, tiene conexiones a través del sistema nervioso autónomo con todo el organismo.

Uno de los principales papeles de nuestro sistema visual, es el de seleccionar qué tipo de imagen, entre millones de informaciones que pasan por nuestra retina, nos interesa, para poder tratarla de forma consciente.
Las imágenes que no nos interesan deben ser suprimidas, tratándose a nivel infracortical sin perturbar aparentemente nuestra consciencia. Así pues, la imagen consciente es solo una pequeña parte de lo que el cerebro recibe e interpreta.
Cuando una imagen entra en nuestro campo visual, habrá una adaptación postural para retener o evitarla según pueda ser o no de nuestro “interés”. Si el sistema oculomotor no funciona correctamente, la información no puede ser procesada con exactitud.
Pensemos en el reflejo de defensa cuando vemos de reojo como un objeto entra en nuestro campo visual a gran velocidad, el reflejo de apartarnos ocurre antes de que hayamos identificado el objeto a nivel consciente.

Desde la Posturología, se estudia como ciertas disfunciones visuales, tienen una repercusión directa sobre la Postura, requiriendo de adaptaciones de otros sistemas para compensar la deficiencia funcional del sistema visual. Podemos encontrar personas en las que su visión desde los aspectos refractivos es perfecta, pero desde el punto de vista oculomotor, deficiente, por ejemplo.

Los músculos oculomotores y su correcta funcionalidad son de una importancia vital en relación a la biomecánica cervical, así como en las correctas alineaciones y ejes vertebrales. Pensemos en el reflejo de oculocefalogiria, dicho reflejo hace trabajar en sinergia, al unísono, los músculos de los ojos, los músculos suboccipitales y el esternocleidooccipitomastoideo, cuando miramos a los lados o requerimos girar la cabeza. Así pues, es un sistema integrado entre raquis cervical y oculomotores.

Por tanto, ya solo desde el punto de vista, de la acción muscular de los oculomotores, si estos no trabajan correctamente, en las diferentes direcciones de sus acciones musculares, es decir, que no trabajan de forma coordinada, suave, precisa, extensa y completa, si hay un déficit cuando deben converger o diverger, si uno de los ojos trabaja muscularmente con menor capacidad que el otro, etc, todas esas deficiencias, serán compensadas por la postura del paciente, empezando por adaptaciones craneocervicales y escapulotorácicas.

Por ejemplo, sabemos desde la Posturología cómo la hipoconvergencia ocular pone de manifiesto una limitación en la rotación cervical, del lado del ojo hipoconvergente, y que en un alto porcentaje de los casos, suele existir también un hombro más bajo del lado del ojo hipoconvergente.
Dichas adaptaciones posturales, al estar mantenidas en el tiempo, pueden causar otras disfunciones secundarias y asociadas, como cervicalgias, sindromes vertiginosos, cefaleas, dolores escapulotorácicos, adaptaciones oclusales, tendinitis, problemas de columna, alteraciones en la bipedestación y en la distribución de cargas, adaptaciones en el apoyo podal y en la marcha, problemas de miembros inferiores, además de relaciones del tipo neurovegetativo, cognitivo, comportamental y emocional.
Dichas consecuencias, serán de vital importancia, puesto que las deficiencias oculomotoras, afectarán en la capacidad lectora, comprensión del lenguaje, atención, hiperactividad, aspectos comportamentales y adaptaciones del sistema visual al entorno familiar y social, y por supuesto por lo expuesto anteriormente, en adaptaciones posturales y alteraciones en las alineaciones y curvas de la columna en niños, en etapas primordiales de desarollo estructural y crecimiento óseo.

Los ojos se mueven porque nuestro sistema visual analiza mejor la imagen cuando ésta se mantiene fija en la retina. Nuestra capacidad para juzgar las distancias relativas, tamaños y orientación de los objetos durante la locomoción depende de la estabilidad de las imágenes en la retina. Si no tuviéramos este control oculomotor, durante los movimientos de cabeza las imágenes cambiarían de localización en la retina con cada movimiento; originando una imagen borrosa. Para evitarlo, tenemos los reflejos oculares motores que estabilizan las imágenes en la retina durante los movimientos de cabeza.
También hemos de tener en cuenta el reflejo vestíbulo-ocular que sirve para mantener la fijación de los ojos en un objeto mientras la cabeza está en movimiento. Esto requiere una contracción coordinada por medio del sistema vestibular y de los músculos del cuello para mantener la posición de la cabeza. Este movimiento de mantener los ojos “en el blanco” hace que los ojos se muevan en la dirección opuesta a los movimientos de la cabeza alejándose del objeto de interés y así la mirada permanece fija en el objeto.


Por tanto, desde el punto de vista optométrico-osteopático- posturológico, la evaluación de la capacidad de fijar un objeto en movimiento, la coordinación y funcionalidad de los músculos extrínsecos y sus nervios es de primer orden.

Los ojos no solo ven, también se mueven y para ello necesitan de unas vías neurológicas diferentes a las de la refracción, formación visual retiniana, e integración sensorial. Por otro lado los oculomotores están en sinergia con otros sistemas, como el auditivo, el cefalogirio, el neurovegetativo, etc.

La Osteopatía, desde un enfoque postural, tiene como referentes, además de los propios de la práctica osteopática, el concepto posturológico, donde la terapia manual informacional que el osteópata trabaja a través del raquis, el cráneo, el sistema visceral, el sistema neuromeníngeo, las áreas somatoreflejas, somatoemocionales, etc. tiene repercusiones profundas en la mejora de las adaptaciones posturales, entendidas estas como nuestro posicionamiento externo e interno en relación a nuestro entorno.
               
Desde el punto de vista osteopático visceral, por otro lado, se han visto hipoconvergencias oculares, relacionadas con antecedentes de enfermedades infecciosas, como hepatitis, tuberculosis, etc. que por relaciones neurógenas, fasciales y biomecánicas acaban afectando al sistema oculomotor.

Otro hecho interesante, es el expuesto por O. Alves da Silva en su libro "Dislexia de evoluçao e propiocepçao": “Al leer, la imagen de la palabra que es leída, entra en nuestro campo de visión antes de ser interpretada. Esta imagen provoca una adaptación de la posición relativa de los ojos y de la cabeza que nuestro sistema postural controla”

¿Cómo funciona esta adaptación postural a nivel fisiológico?
. El sistema recoge la información por medio de los receptores posturales
. Se transfiere la información a los centros neurológicos
. La información es tratada por el cerebro.
. Se envía la orden de respuesta a los efectores musculares.
. La modificación de los efectores musculares estimula de nuevo a otros receptores que envían nueva información a los centros neurológicos, en un funcionamiento de biofeedback.

Mediante este sistema de retroalimentación, el hombre se mantiene alrededor de su centro de gravedad, con extrema precisión, en un sistema dinámico oscilatorio de tensión-relajación de los músculos posturales.

Son necesarios los períodos de contracción y relajación a nivel frecuencial para una mayor economización energética y protección de las capacidades contráctiles del músculo.
Esto sucede con todos los músculos posturales, de los cuales no podemos excluir los oculomotores.
De la misma forma, el exceso de trabajo por disfunción de los oculomotores, también puede llevar a un estrés visual, del cual, la musculatura relacionada, no escapa.
Podemos encontrar un individuo totalmente anteriorizado de orígen oculomotor, donde la necesidad de hipercontrol, o el excesivo trabajo mental, llevan a esta posición.

“Encontramos esta necesidad de contracción y relajación permanente para asegurar la postura, con un cierto paralelismo en la función de los músculos oculares y su papel en la fijación de una imagen. Si mantenemos mecánicamente (con una pinza por ejemplo ) un globo ocular estrictamente inmóvil, la percepción visual desaparece inmediatamente. Los músculos oculares tienen así, la necesidad de contracción y relajación alternadas, para no sufrir contracturas en esta alternancia y la necesaria función visual de la retina”  O. Alves da Silva

Mencionar como importante, para establecer otra relación entre el sistema endocrino, y por tanto entre fisiología visceral y estímulo visual, a un trastorno que en los últimos años se está considerando con mayor atención.
El trastorno afectivo estacional (TAE) (Dr. Norman E. Rosenthal, 1981), trastorno asociado a la falta de luz solar desde el otoño a primeros de primavera, con síntomas como fatiga, insomnio, alteraciones del comportamiento, aumento de peso, etc.
Hollwich, (1980), nos relaciona la influencia de la iluminación en el trabajo sobre el sistema endocrino. Las personas que trabajaban todo el día recibiendo luz artificial de espectro incompleto, presentaban niveles de ACTH y cortisol elevados, los que trabajaban con iluminación de espectro total (la más parecida a la luz solar), mantenían esos niveles normales.

El Dr. Skeffington, que impulsó corrientes nuevas hacia una Optometría Holística, nos habla de cómo el 20% de la información ocular va al sistema límbico. Si el estrés emocional es alto, la primera adaptación se hace a nivel corporal, antes que a nivel refractivo. El sistema límbico, que interviene en los procesos de aprendizaje y memoria, primordialmente está ligado al campo emocional del individuo y por tanto, tal y como venimos exponiendo, también al visceral y su motilidad.

El sistema visual está en relación con la forma como integramos lo que vemos y cómo llega la información a ser procesada. La retina presenta más de 125 millones de receptores sensitivos. La visión puntual o la periférica depende de muchos factores. La calidad de la información y la interpretación de esa información están relacionadas con el sistema límbico, y por tanto con la gestión emocional. Me parece evidente a partir de mi expereiencia y de los estudios de las principales escuelas de psicoterapia transpersonal, que emociones básicas como el estrés, el miedo, la inseguridad, la tristeza, la rabia, etc, son respuestas del sistema nervioso vegetativo que pueden crear adaptaciones posturales.

Dichas emociones se ven reflejadas también en la captación visual y las adaptaciones oculomotoras. Por ejemplo en la infancia, el estrés emocional asociado que viven algunos niños por diferentes situaciones, familiar, social, escolar, etc. afecta a las etapas de neurodesarrollo y aprendizaje , crea desconexiones sobre los hemisferios, retrasando el ritmo evolutivo de sus capacidades intelectuales. Ante el estrés emocional, el niño, no puede a través del cuerpo calloso, integrar con facilidad el hemisferio izquierdo ( científico, analítico y lineal) con el derecho (artístico, abstracto e intuitivo). Así, se tiende a procesar haciendo un uso excesivo, del proceso analítico y no tienen la disposición de un aprendizaje relajado e integrado, o por otro lado puede hacerse un uso excesivo de una captación global e intuitiva, sin capacidad de concentración y procesamiento lógico.

Del mismo modo, que existe una relación emocional y sistema visual, también las tensiones víscero-emocionales, tendrán repercusión en la fisiología oculomotora, y por tanto, por ejemplo en el reflejo de oculocefalogiria mencionado anteriormente. Dicho conjunto, recordamos, está integrado por oculomotores-occipital-temporales-clavícula-esternón-cervicales-cintura escapular.
Las dificultades en la convergencia ocular, la visión binocular, el ver lejos-cerca, etc. encuentra a nivel postural sus adaptaciones, inconscientes, a través de cadenas miofasciales posturales, destinadas a compensar dichas dificultades en la función visual, mediante básculas y rotaciones cráneo-escapulares, que se proyectarán al resto de la estructura corporal, incluyendo a pelvis y miembros inferiores.

La Osteopatía estudia las conexiones entre las alteraciones metabólicas, fisiológicas y biomecánicas de los órganos con sus manifestaciones reflexógenas en el organismo, desde un paradigma de integración y visión del cuerpo, donde existe un constante fluir de actos y respuestas reflejas, con una interconexión total fisiológica. No existe solución de continuidad en el hombre. Todo está conectado.


“Algunos afirmarían, yo entre ellos, que no “tenemos”un esqueleto, músculos, glándulas, un sistema nervioso, sino que “somos” todo eso”.MOSHÉ FELDENKRAIS

En Osteopatía visceral se contempla cómo la motilidad de hígado y sus déficits pueden manifiestarse en los ojos, a través de diferentes signos.

También en la medicina alopática se establecen relaciones fisiológicas entre signos oculares e hígado. El estudio pupilar era una práctica habitual en la medicina general. Ciertos desarreglos pupilares podían estar relacionados con alteraciones neuroendocrinas. De igual forma, se conoce bien la relación entre el depósito de nudos grasosos (xantelasma) en los lados internos de los párpados y su relación con la hipercolesterolemia.

Como osteópata, es para mí de gran importancia reconocer la individualidad de cada consultante, de analizar su dinamismo mórbido, es decir, qué es lo que lleva al paciente a presentar una serie de síntomas, de leer e interpretar la información que el “cuerpo-mente” nos manifiesta.

VER significa conectar e integrar la información que llega del exterior con nuestras capacidades sensoriales, de forma armónica y completa, así que tener una buena VISIÓN, va mucho más allá de las capacidades refractivas del ojo y de su agudeza visual.

“Con respecto al contacto ocular, hay que observar al individuo en su naturaleza expresiva, y la manera en que lo miramos. Mostrar, no solo como le entendemos sino como él reacciona a nosotros. Los ojos podríamos decir que son ventanas del cuerpo ya que muestran sentimientos interiores. Cuando una persona mira, se expresa activamente a través de sus ojos”  Lowen, 1977

La Programación Neurolingüistica (PNL), también se ha ocupado del estudio de los movimientos oculares como plataforma informacional de diferentes procesos cognitivos y como vía de abordaje terapéutico en trastornos de tipo psico-cognitivo de diferentes índoles. Resulta interesante estudiar los accesos visuales a cierta información para una persona diestra “normalmente” organizada.

Los ojos, efectivamente, son la ventana de nuestro equilibrio soma-psique, el sistema visual es una plataforma informacional. Recordemos que el ojo, es una prolongación del cerebro, tal y como se conoce a nivel embriológico. El embrión consta de tres capas principales, la más externa es la ectodérmica, que forma el tejido nervioso y epitelial. Los tejidos del ojo provienen en la mayor parte de la capa ectodérmica, y las estructuras vascular y de sostén provienen de la capa mesodérmica. El ojo en las primeras fases embrionarias forma parte de la estructura cerebral y va evolucionando en la formación neural, a partir del diencéfalo surgen las evaginaciones ópticas llamadas cálices ópticos que acabarán formando el globo ocular.

El ojo en el ser humano, a través del iris, está en conexión con el tálamo óptico, centro diencefálico. El tálamo es el centro subcortical que recibe las informaciones sensoriales provenientes del exterior como las informaciones interoceptivas. Sobre esta fisiología funciona la iridología, como sistema de diagnóstico en las predisposiciones patológicas del paciente, en la valoración del terreno constitucional, y como sistema de lectura de estados orgánicos del individuo. En el iris se expresa todo el cuerpo.


Captor ocular desde la Posturología y la Osteopatía


La Posturología es la disciplina desarrollada en Francia que se encarga del estudio y abordaje informacional de la Postura, entendida esta como, la relación entre los diferentes órganos de la postura, los captores posturales, ( ojo, boca, pie, raquis, piel, vestibular y visceral ) y la respuesta asociada de las cadenas musculares que nos mantienen en equilibrio dinámico. Se encarga por tanto del estudio del sistema de conexión entre pie, ojo y raquis, con el sistema de mantenimiento del equilibrio a través del menor gasto energético.

El estudio posturológico está basado en la neurología integrada. El captor ocular, forma parte esencial de este sistema de integración informacional.
De los diversos estudios de Berthoz, Bricot, Lacourt, Roll, Mattews y otros, conocemos mejor las vías por las cuales el sistema postural se “desregula”. Conocemos como un ligero defecto de convergencia ocular, puede alterar la información que llega a través de las vías propioceptivas y también las implicaciones fasciales entre los sistemas de sostén y aponeurosis que relacionan vísceras con cráneo, que pueden alterar la información de los endocaptores de los músculos cortos suboccipitales, transverso espinoso, epiespinoso,etc. y a su vez con los músculos oculares.

La postura, es la adaptación que el cuerpo realiza a los sistemas de captación de información del exterior, que nos permiten tener constantemente referencias del “donde estamos”, y mantenernos en equilibrio, un equilibrio dinámico, en constante modulación.

Esta captación de información se realiza a través de nuestros ojos, los receptores de nuestros pies, nuestra piel,el raquis, nuestro sistema oclusal y ATM, el sistema vestibular y otros órganos internos e incluso vísceras, que envían información a nuestro sistema nervioso central de como debemos distribuir nuestro centro de gravedad, como deben bascular nuestros hombros y nuestra pelvis, de como debe adaptarse el apoyo de nuestros pies, que músculos deben trabajar y cuales no para mantenernos y sostenernos sobre nuestro esqueleto, y muchos otros aspectos y todo ello, de forma automática y no consciente.

La Posturología estudia y reeduca estos sistemas de captación para que no haya un excesivo gasto energético en compensar alteraciones en estas vías de información y en la repercusión que ello representa sobre nuestro sistema osteoarticular, nuestra consciencia corporal y nuestras habilidades motoras y cognitivas.

La posturología da respuestas sobre la etiología de los fenómenos patológicos neuromusculares, es decir, busca el origen del dolor de espalda, alteraciones vestibulares, etc. a través de la investigación y reprogramación de las vías de entrada sensorial.

El centro de distribución de fuerzas, nuestro centro de gravedad, está en relación a como se recibe la información de estos captores. Y por tanto el sistema neurovegetativo también tiene un papel importante como elemento distorsionador del equilibrio postural. Y si hablamos de sistema nervioso vegetativo, no podemos dejar de lado, por su unidad funcional con el mismo, el sistema visceral y el campo emocional. La EMOCIÓN, por definición, es una respuesta fisiológica de nuestro cuerpo a través del sistema nervioso vegetativo, toda emoción ejerce una reacción orgánica de integración y adaptación.

Así, el estrés por ejemplo, puede generar hipertonicidad debido a la simpaticotonía asociada, y por tanto, por las relaciones directas entre ganglios cervicales- sistema simpático- y músculos oculomotores, tener repercusión sobre el captor ocular.

Podemos encontrar alteraciones del captor ocular de origen emocional, que generen por ejemplo, a través de las cadenas musculares, una anteriorización de nuestro centro, un apoyo que lleve el cuerpo a estar excesivamente propulsado por la cadena posterior muscular, con las repercusiones que ello genera en el gasto energético del individuo, así como la fatiga muscular de los músculos posturales y la predisposición exponencial a sufrir patologías y lesiones del sistema musculoesquelético.

El hombre se mantiene erguido gracias a:

- el sistema exteroceptivo, que nos informa y sitúa en relación con nuestro entorno.
- el sistema propioceptivo, que facilita la información necesaria sobre cual es la posición y tensión de cada una de las partes de nuestro cuerpo.
- la integración de la información recogida a través de los centros superiores neurológicos, es automática, no pasa por la voluntad.

Las vías del sistema tónico postural se materializan a través de los impulsos procedentes de las aferencias laberínticas, que son recibidas en la zona mesencefálica y cerebelosa y envían los impulsos motores involuntarios automáticos por las vías neuronales encargadas de mantener el tono según  la infomación recibida de los estímulos visuales, dérmicos y de los músculos y articulaciones.
Las vías espinocerebelosas transmiten impulsos a más de 100m/seg, siendo la vías de conducción más rápida del sistema nervioso central. Por esa razón, en clínica, el estímulo postural adecuado y  bien localizado modifica de forma tan rápida la adaptación del sistema postural fino

Abordaje osteopático del sistema visual

Entendiendo por tanto la complejidad fisiológica del sistema visual, las múltiples relaciones con todo nuestro organismo, se entiende que un abordaje osteopático profundo sobre el sistema visual deberá tener, a su vez, esa capacidad de integrar y trabajar de forma global.

Evidentemente, será de gran importancia la normalización de todas las tensiones craneosacrales que pueden estar relacionadas con el sistema visual, tanto a nivel oculomotor, inserciones de los músculos oculomotores en esfenoides, relaciones fasciales, irritaciones sobre pares craneales implicados, etc.

Normalizar por supuesto la sincondrosis esfenobasilar, así como las diferentes articulaciones craneales, especial atención a los huesos que conforman la órbita ocular, esfenoides, frontal, malar, maxilar superior, etmoides,palatino y ungís.

Desde la Osteopatía del raquis, el osteópata deberá verificar, todas las relaciones que afecten sobre el neurovegetativo a nivel visual, y las relaciones ortosimpáticas vertebrales, con repercusión oculomotora.

Son especialmente importantes las relaciones con segmento cervical superior, 1ª costilla y cintura escapular, suturas craneales, con especial atención la sutura inteparietal, ATM, sincondrosis esfenobasilar, ganglio cervical superior y ganglio estrellado, circulación cerebral, circulación linfática torácica, órganos como hígado,pulmón, estómago con relaciones muy directas sobre esfera craneal, así como órganos como intestenino delgado por las relaciones vagotónicas con cervicales altas y base occipital.

Desde la Osteopatía neuroinformacional atender también a las áreas corticales de recaptación de neurotransmisores, zonas de tensión de repercusión sobre cuerpo calloso, n. geniculado, n optico,  proyección craneal de las áreas de Brodmann relacionadas con la visión

Veamos algunas conexiones entre nervio óptico, músculos motores oculares y sistema hepático, desde una perspectiva osteopática.

El nervio óptico es una extensión del tejido cerebral. La estimulación del nervio se hace por la luz que entra en el ojo a través de los receptores de la retina, los fotorreceptores, los lechos de conos y bastoncillos, que transforman la energía luminosa en impulsos eléctricos, que se transmiten a través del tálamo al córtex visual, localizado sobre cada lóbulo cerebral. La integración e interpretación visual, por tanto se produce en la zona posterior craneal, en el córtex visual.

Existen:

- Vías neurológicas extrapiramidales, propias del sistema postural fino, que comunican las vísceras con las vías aferenciales laberínticas, retinianas y propioceptivas que son recibidas en la zona mesencefálica y cerebelosa.
- Relaciones entre hígado y, a través del nervio frénico, con el nervio vidiano, el cual tiene una raíz sensitiva que conecta con la raíz oftálmica trigeminal. Así pues las congestiones hepáticas, pueden por vía refleja tener repercusión sobre la sensibilidad orbicular.
- Relaciones faciales entre el sistema de conexión peritoneal, el tendón central facial y sus inserciones en occipital y esfenoides. Por tanto, a través de la fascia peritoneal hepática, se transmiten tensiones que pueden llegar hasta el sistema craneal y tener repercusión fisiológica en el sistema ocular y visual. El esfenoides, por otro lado, está íntimamente relacionado con el meridiano de vesícula biliar. Los bloqueos y tensiones de este hueso, clave en el entramado de tensiones neuromeníngeas craneales, tiene relación con los bloqueos por estancamiento de vesícula biliar.
 

Relaciones de cadenas musculares y sistema visual


- A través de las vías neurológicas subcorticales de fenómenos reflejos de regulación postural ya expuestas, vías oculovestibular, cervicooculovestibular, etc.
- A través de conexiones mecánicas, de tipo fascial y músculoaponeurótico.
- Relación energética.

Toda víscera tiene inervación de tipo neurovegetativo, ortosimpático y parasimpático.
La víscera está comunicada a nivel neuronal con un segmento vertebral, por tanto a través de su acción refleja, una víscera puede crear un espasmo muscular, una estasis dérmica local, una congestión vascular.
Si el espasmo muscular persiste el sistema postural actuará para adaptarse, es decir, una hiperactividad de las neuronas gamma facilitadas produce una excitación o inhibición de las vías motrices, produciendo cambios posturales, entre los cuales se encuentran las adaptaciones oculomotoras correspondientes y la consiguiente sintomatología del sistema locomotor.

Ejemplos de adaptaciones y psicosomática en la Refracción ocular y trastornos relacionados con la agudeza visual

Miopía. Condición por la que los rayos que vienen de un objeto lejano atraviesan el sistema óptico con la acomodación relajada y convergen en un punto por delante de la retina. El paciente ve borroso a lo lejos, pero perfectamente hasta 1m de distancia.
La miopía tiene asociada en muchos casos unas relaciones posturoemocionales que el terapeuta puede contemplar. El sistema de adaptación del miope es hacia dentro, presenta endoforia y según las cadenas musculares esta "endo" va asociada a un cierre de la cadena anterior.

El miope en muchos casos está encerrado, es introvertido, presenta mucho discurso mental, es analítico, se mueve alrededor del campo mental, está muy dentro de si mismo, por lo que no conecta bien con su cuerpo.
La miopía indica una introversión, un exceso en la mirada interior y una dificultad para ver de forma periférica, una dificultad en la proyección exterior, que proviene en muchos casos de una protección en la infancia para no ver ciertas cosas, que resultan dolorosas para el niño.

En niños miopes pero con exoforia, entonces esa facultad mental está restringida por el caos, la desorganización, la dificultad por la relación con el exterior.
El niño miope que es realmente analítico, se va encerrando cada vez más en su mundo, en muchos casos es un sistema de defensa para no ver lo que ocurre a su alrededor, donde puede haber una historia familiar que no saben gestionar. Se va creando rigidez y tensión en su proceso evolutivo. Son niños poco elásticos.


Hipermetropía.
Los rayos paralelos que vienen de un objeto lejano atraviesan el sistema óptico del ojo con la acomodación relajada y convergen en un punto por detrás de la retina. El paciente ve mal de cerca y bien de lejos.
El hipermétrope presenta una adaptación a través de la cadena muscular posterior. Para ver de cerca tienen que hacer un gran esfuerzo, también les cuesta ver de lejos pero con mucha más facilidad. El hipermétrope tiene facilidad para relacionarse con el exterior, pero conectan con mayor dificultad con sus emociones.
La hipermetropía, suele estar relacionada con la dificultad de conectar con uno mismo, la incapacidad para ver y verse desde el interior. Es un sistema de defensa que nos aleja de aquello que no queremos sentir. El hipermétrope necesita proyectarse, mirando hacia fuera.


Trastornos de binocularidad. En la binocularidad, los 2 ejes visuales están coordinados al enfocar en un mismo punto. Los trastornos derivados de una incorrecta integración binocular son: problemas de lectura con saltos de palabras, de frases, releer líneas, lectura lenta, utilizar el dedo en la lectura, mover la cabeza al leer, cansancio al leer, frotarse los ojos, postura incorrecta al leer o escribir, visión doble o borrosa, distracción, lagrimeo, trastornos de estereopsis (percepción de la profundidad, ej. Personas que les cuesta conducir de noche)

La musculatura oculomotora está en relación con nuestro estado emocional. Pensemos en una relación tal vez más evidente, los músculos del entrecejo y acción cuando existe tensión emocional. Es habitual ver en personas con excesiva preocupación por las cosas, con una observación crítica de su entorno y tensión interna, arrugas verticales frontales, causadas por la contracción constante del músculo corrugador de la ceja, llamado también músculo superciliar.

Así pues, ¿cómo no pensar que una actitud mental determinada no tendrá repercusión sobre los rectos u oblicuos, o sobre el músculo ciliar del ojo? De la misma forma, ¿por qué no relacionar las cefaleas frontales por tensión en esa zona con una emoción de enojo o tensión interna?

Dice Lowen: “Una frente alta revela a la persona de refinamiento e intelectualidad. Su contraria está amedrentada cuando se ve abatida, porque las palabras o el aspecto de otra la han intimidado. En verdad, sus cejas caen hacia abajo.”


Sistema visual y oclusión


Cuando existe una mala oclusión, originada por ejemplo por un contacto prematuro, se activa la solicitación a través de los propioceptores periodontales, de los músculos masticadores, en un intento por cambiar la oclusión y escapar de este contacto prematuro.
Ello a su vez, a través del espasmo muscular que se origina, sobre todo a nivel masetero, pterigoideo, temporal, suboccipital, e hioideo, puede bloquear la elasticidad craneal, y provocar neuropatías por compresión sobre los pares III, IV o VI, influenciando así sobre el captor ocular.
Si el captor ocular está perturbado y además es necesario compensar un déficit en la horizontalidad de la mirada, entrarán en acción músculos como el ECOM, trapecios, sistema hioideo, etc. capaces de alterar la oclusión.
Recordemos también como un foco dental, con irritación trigeminal, puede dar alteraciones visuales tanto en la percepción como en la oculomotricidad.
Las alteraciones en concreto del las piezas 13, 23 – que están en relación neurofocal con hígado y por tanto con la tensión tendinosa, incluida las inserciones del anillo de Zinn, son especialmente susceptibles a dar sintomatología ocular.


El cuerpo calloso.


Su acción fisiológica sobre el captor ocular es primordial.

El cuerpo calloso interviene en:
- en la comprensión de los fenómenos
- en la interpretación y comprensión de los códigos
- en la integración del yo
- en el equilibrio entre lo racional y lo irracional
- en la integración de la realidad
- en la integración del espacio-tiempo

El cuerpo calloso puede no estar trabajando al máximo rendimiento por varios motivos. No estamos aquí hablando de las lesiones orgánicas del mismo, que generan una afisiología grave de esta estructura por patología, como por ejemplo las lesiones vasculares, enfermedades desmielinizantes, causas traumáticas, estados tumorales, malformaciones, etc. Sinó nos referimos desde una visión enfocada a una funcionalidad por debajo de su estado óptimo, a las causas con origenes en general no contemplados por la medicina convencional, como ciertas enfermedades agudas y crónicas, toxicidad de origen metabólico o exógeno, interferencias de campos electromagnéticos, geopatías, etc.
Y desde luego,  desde el punto de vista osteopático, consideramos de primer orden las tensiones membranosas craneales, la vascularización cerebral, la nutrición, y ciertos neurotransmisores en la repercusión de la funcionalidad del cuerpo calloso.

Por otro lado, importante la triada sistema emocional. cuerpo calloso- visión. Optometristas como T. Duocastella y A. Manchón, consideran también que emociones como el miedo, el abandono, la represión, el estrés, alteran la funcionalidad del cuerpo calloso. La percepción visual al igual que la motilidad del órgano son susceptibles a estas emociones. En optometría comportamental se ha constatado como los campos visuales y la agudeza visual está en relación con el estado emocional del individuo.

Evidentemente, las propias alteraciones visuales influyen también sobre el cuerpo calloso, la mala fusión sensorial (estrés visual, la ambliopía-el denominado ojo vago-, el estrabismo y otras).
Se producen cambios importantes en el trabajo multidisciplinar entre la Osteopatía, la Homeopatía y la Optometría, por ejemplo en relación a bloqueos hepáticos- estrés- simpaticotonía- gasto energético. El trabajo con el color, por ejemplo, permite fusionar el trabajo visceral con la terapia vibracional informacional.

Un campo visual cerrado está relacionado con el sistema simpático (el color magenta relaja un sistema visual excesivamente cerrado y el azul regula el exceso de activación ortosimpática).

El campo visual periférico está relacionado con el sistema parasimpático ( el color rojo estimula en los estados de vagotonía).

En el trabajo posturológico, la coordinación entre profesional de la Osteopatía y la Optometría es necesaria y habitual. El trabajo posturológico permite al osteópata, tener mejores y más libres vías de acceso al estado energético y motil del órgano, y permite que los estímulos de corrección transmitidos, se mantengan de una forma mucho más profunda. El trabajo con el color por ejemplo, permite fusionar el trabajo visceral con la terapia vibracional informacional.

Desde la Osteopatía Visceral y la Cromoterapia, y en conexión con la teoría de los 5 elementos de la Medicina China, se puede realizar un trabajo combinado altamente interesante.


Evidentemente, las propias alteraciones visuales influyen también sobre el cuerpo calloso, la mala fusión sensorial(estrés visual, la ambliopía-el denominado ojo vago-, el estrabismo y otras.

Relaciones entre reflejos primitivos no integrados y cuerpo calloso.


Los reflejos primitivos no integrados tienen importantes repercusiones en la lateralidad y la integración interhemisférica, funciones que debe coadyuvar el cuerpo calloso.

Pongamos como ejemplo un reflejo primitivo clásico, el reflejo tónico asimétrico nucal, de miembros opuestos. En el bebé de hasta 6 meses, cuando se gira la cabeza, por ejemplo a la derecha, existe una extensión del brazo y la pierna del mismo lado, y una flexión de los miembros del lado opuesto. Este reflejo es básico en la adquisición de la coordinación psicomotriz entre ojo y mano, y representa un punto primordial para el desarrollo del niño, en sus capacidades de gateo, girarse y finalmente levantarse.
Por tanto, las alteraciones de este reflejo influyen en la coordinación ojo-mano, produciéndose déficit posturales con asimetrías tónicas, lateralidad, dificultades posteriores en la escritura y en los movimientos de persecución ocular.
He podido constatar como los desarreglos en la capacidad de gateo del niño, pueden ser corregidos a través de la Osteopatía craneal, así como alteraciones en el mantenimiento del equilibrio en bipedestación, en los casos donde la compresión craneal alteraba las vías posturales.

Por otro lado, este reflejo, puede simplemente no desaparecer a partir de los seis meses, permanecer y ser causa de síntomas asociados al síndrome de deficiencia postural (SDP, Da Cunha, 1987)

En la infancia, la lateralidad se define sobre los 6-7 años. Esa lateralidad define la acción de un ojo dominante motor o sensorial, es decir, que la información del impulso visual llega antes al córtex de un lado que al otro.
El hecho de que se defina una dominancia ocular tiene relación con la anisometropía, la ambliopía, la binocularidad, pero tal y como han demostrado ciertos estudios, también con problemas orgánicos (ej. hepatitis infantil), estrés y conflictos emocionales (ej. separación de los padres, malos tratos, etc), problemas estructurales ( lesión craneal por nacimiento con fórceps).
Así pues, diferenciando la capacidad refractiva visual con la capacidad integrativa de la imagen y la percepción visual, y el estímulo propioceptivo oculomotor, las repercusiones fasciales, energéticas y emocionales que alteran el movimiento visceral, y su relación con la visión, se ponen de manifiesto en los trabajos optométricos holísticos.

En las diferentes etapas evolutivas de los procesos de unificación cerebral, el niño está constantemente integrando el desarrollo visual con el psicomotriz. La etapa de aprendizaje y desarrollo visual necesita de las activaciones psicomotrices tales como la etapa monolateral de contacto, el gateo, la integración derecha-izquierda, etc.

Oculomotores e hígado/vesícula biliar integrando Osteopatía y Medicina tradicional china


La sangre del hígado desde la MTC regula la tensión sobre tendones en cantidad y calidad, es decir, en cantidad de sangre y nutrientes y calidad por la ausencia de toxinas, ph adecuado, etc.

La calidad en el tono y fuerza tendinosa está en relación con la calidad de drenaje del hígado. Un hígado en congestión presenta tensiones claras a nivel miotendinoso. Y uno de los sistemas más delicados en cuanto la fatigabilidad y reactividad tendinosa son los músculos oculomotores.

En el ejercicio de lectura por ejemplo, la acción de los oblicuos es elevada, la acción del oblicuo mayor compensa los déficits posturales, pero el oblicuo mayor es el de menor densidad, y por tanto altamente fatigable. El estancamiento energético de hígado se verá reflejado en una mayor tensión oculomotora, y presentará síntomas en relación al sistema visual y los ojos.

La musculatura oculomotora tiene inserción a través del anillo de Zinn en el esfenoides. El hueso esfenoides está en relación con el meridiano de vesícula biliar.

El punto 1VB que se encuentra a nivel de las alas mayores del esfenoides, es un punto en acupuntura para dispersar el estancamiento de hígado, y su estimulación en acupuntura se utiliza para la visión borrosa, ceguera nocturna, dolor y enrojecimiento de los ojos, cefaleas, tics en los párpados, fotofobia, lagrimeo del ojo.

De hecho, para actuar sobre el exceso de trabajo del recto externo en los problemas de hipoconvergencia ocular, en Posturología clásica se coloca un imán en su cara norte miorrelajante en el pto. 1 de VB, o se trabaja sobre las tensiones esfenobasilares en los tratamientos osteopáticos.

El punto 20 de VB, situado en la base del occipital, hueso que se articula con el esfenoides, y punto que se encuentra a la altura del córtex visual, es utilizado en el abordaje de muchos dolores a nivel ocular, tensión y vista cansada por esfuerzo o estrés visual, dolor supraciliar, cefaleas frontales, lagrimeo, picor y rojez del ojo, visión borrosa, trastornos del párpado superior, tensión muscular en relación con los trapecios y el esternocleidooccipitomastoideo, vértigos, rigidez de la nuca.

Se conoce en Medicina la relación entre la repercusión de la hepatitis infantil y ciertos trastornos oculares, como por ejemplo el estrabismo.
El estancamiento de hígado a nivel energético, es causa de trastornos de la visión, conjuntivitis, fotofobia, etc.
Gracias a una correcta función del hígado, el tendón goza de buena salud y el Qi de bazo es correcto asegurando también la salud del músculo. La insuficiencia de sangre de hígado es causa de trastornos en la visión, calambres, temblores y espasmos musculares.
Así, en los casos de tendinitis el trabajo sobre hígado se hace evidente.
Del mismo modo, la relación entre contractura muscular y otros síntomas, como por ejemplo las cefaleas de origen hepático, donde encontramos tensiones como el espasmo suboccipital, bruxismo, espasmo de la musculatura masticadora, contracturas del ECOM y trapecio, etc.
El estancamiento de Qi afecta a la energía de estómago y bazo. Su explicación fisiológica es evidente, tanto metabólica como estructural. Así encontramos ciertas disfunciones digestivas de origen hepático.
Y cuando la energía de hígado asciende en exceso y por tanto también el estado vascular se altera, se presentan síntomas como cefaleas, acúfenos, mareos, etc.

Hablemos del Hipotálamo. La principal función del hipotálamo es la homeostasis. Se reciben impulsos sensoriales viscerales, al igual que impulsos auditivos, gustativos y olfatorios.
Es posible encontrar a este nivel, la relación que establece la MTC entre bloqueos viscerales de tipo energético y su manifestación a través de algún sentido, por ejemplo riñón y capacidad auditiva, hígado con olfato, etc.
Por otro lado, la acción neuroendocrina hipotálamo-hipofisaria establece una relación funcional directa con el sistema visceral.

Por tanto también es posible que a través de informaciones viscerales recibidas de las vías aferentes, haya una adaptación en la contracción del músculo liso, del músculo cardíaco, de alteraciones sobre el peristaltismo gástrico y las contracciones vesicales, que esté regulada por el hipotálamo a través del SNA.

Es decir, puede haber una confluencia a nivel hipotalámico con el sistema visceral, emocional. La regulación del ritmo respiratorio por ejemplo adaptada a emociones como el estrés o la ansiedad, alteraciones digestivas debidas a preocupaciones cotidianas, miedos,  etc.
Es decir, por las relaciones directas y necesarias entre emoción y sistema neurovegetativo, será habitual encontrarnos con alteraciones viscerales de origen emocional, que tendrán una serie de respuestas sobre los segmentos espinales correspondientes, y por tanto también sobre lvías reflejas posturales que implicarán, por ejemplo, a nivel oculomotor.

El hipotálamo junto con el sistema límbico regula la ira, la agresividad, el dolor, el placer, la alegría, la excitación sexual.
Así el aumento de agresividad o de ira, puede dar respuesta a través de esas vías a un bloqueo en la motilidad hepática, movimiento intrínseco del órgano, y por las vias neurológicas expuestas en este artículo, llegar a afectar sobre el sistema visual.

Osteopáticamente, es habitual encontrar ejemplos como los siguientes de cadenas lesionales:

Hígado-n.frénico-plexo cervical medio-esfenobasilar-oculomotores

Mediastino-pulmón-aparato suspensor de la cúpula pleural- C7-D1- 1ª costilla- escalenos- mastoides del temporal- sutura occipitomastoidea- agujero rasgado posterior-n. espinal- platisma- ala mayor del esfenoides- recto lateral del ojo


Maloclusión- agujero rasgado posterior- n. neumogástrico- estómago - espasmo esofágico- tubérculo faríngeo del occipital . esfenobasilar - n. óptico- ganglio ciliar - sistema de acomodación visual

Tensiones urogenitales- sistema fascial pubo-recto-vesical- bloqueo sacrococcígeo- cadena ascendente craneal por sistema de tensión recíproca de membranas meníngeas-afectación sobre nervios craneales relacionados con la visión

Por último, desde la Neurofisiología de la postura, el osteópata-posturólogo, tiene una plataforma informacional de primer orden en la interrelación de las diferentes cadenas de interdependencia que dinamizan los captores posturales. Las informaciones que se se envian a sistema nervioso central procedentes de los diversos receptores sensoriales polimodales del sistema postural fino,establecen cadenas neuroinformacionales, que orientan al osteópata a entender, atender y reaprender sobre las cadenas lesionales osteopáticas clásicas.

Toda información extero o propioceptiva de recibe un captor postural, genera adaptaciones al resto de captores. Es decir, el sistema visual es susceptible a informaciones posturales transmitidas desde la base de sustentación podal, la ATM está en interrelación con informaciones oculomotoras, el sistema vestibular relacionado con aferencias neurovegetativas de tipo visceral, etc. El osteópata cuando trabaja desde un enfoque posturológico, tiene en su capacidad de establecer conexiones fisiológicas integradas, una magnífica herramienta y un soporte paradigmático altamente potente.



“La introspección es el primer paso hacia la transformación, y yo entiendo que, tras conocerse a sí mismo, nadie puede seguir siendo el mismo”
THOMAS MANN


Para citar este artículo, utilizar la siguiente referencia:

Sistema Visual, Osteopatía y Postura. Enfoque viscero-posturológico integrado © Octubre 2008. Última Revisión 2019
AUTOR: Albert Rosa Sempere. Osteópata, posturólogo, kinesiólogo
http://www.centrokineos.com/divulgacion



06-04-2020